Los tres juicios de Oscar Wilde

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Oscar Wilde fue un escritor, poeta y dramaturgo de origen irlandés, considerado uno de los escritores más destacados del Londres victoriano y una celebridad de la época debido a su notable ingenio. Es recordado por sus epigramas, sus cuentos, sus obras de teatro, su única novela, sus tres juicios, su encarcelamiento y muerte prematura.

 

Fue un líder del esteticismo, exponiendo sus ideas sobre la supremacía del arte en su única novela, “El retrato de Dorian Gray” y en una serie de diálogos y ensayos, que incluyen numerosas reflexiones sobre temas de belleza, decadencia y ambigüedad sexual.

 

Notorio por su ingenio mordaz, su vestir extravagante y su brillante conversación, se convirtió en una de las mayores personalidades de su tiempo.

 

Su escritura de obras de teatro le dio la oportunidad para desarrollar con precisión elementos estéticos intercalados con críticas a la realidad de la sociedad victoriana. Escribió cuatro comedias a principios de la década de 1890, convirtiéndose en uno de los más exitosos dramaturgos del Londres victoriano

 

En el apogeo de su fama y éxito, Wilde fue acusado de homosexualidad por el padre de su amigo y amante Alfred Douglas por. Wilde presentó cargos por calumnias y desencadenó una serie de acontecimientos trágicos: Fue condenado a 2 años de prisión con trabajos forzados, sus obras fueron bajadas de cartel, se quedó sin sustento económico, sus literatura fue prohibida en Inglaterra, sus hijos debieron cambiarse el apellido, su mujer falleció a los 3 años y el mismo Wilde murió en forma prematura 5 años luego del juicio.

 

En la cárcel escribió “De Profundis”, donde describe el proceso de cambio espiritual que experimentó luego de sus juicios, en oposición a su anterior filosofía hedonista. Luego de cumplir con su condena, partió inmediatamente a Francia, donde escribió su última obra “La balada de la cárcel de Reading”, un poema con los recuerdos de las duras exigencias de la vida carcelaria.

Pero su chispa e ingenio literario ya se habían agotado. Como lo expresó en uno de sus famosos epigramas: “Escribí cuando no conocía la vida. Ahora que entiendo su significado, ya no tengo qué escribir. La vida no puede escribirse; sólo puede vivirse”

 

Murió pobre en París, a la edad de cuarenta y seis años.

 

Es difícil comprender las razones que llevaron a Oscar Wilde a emprender un curso de acción que sería tan auto destructivo y que traería con consecuencias terribles sobre su vida y su legado. En esta recreación de los tres juicios a Oscar Wilde el lector podrá familiarizarse con sus ideas acerca del arte, las complejidades de su vida sexual y amorosa y el puritanismo vigente en la sociedad victoriana.

 

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